Puede tratarse de un nuevo concepto de transporte de mercancías por carretera utilizando los trenes de carretera llamados también megacamiones, vehículos de grandes dimensiones como alternativa al transporte de mercancías por ferrocarril. Quizás, en logística, el tamaño puede que importe sobre todo si la capacidad de carga aumenta, ahorramos kilómetros y tiempo. Sin embargo, la cuestión no está en la calidad e idoneidad de este tipo de transporte, sino más bien, en ver si la infraestructura vial puede albergar este tipo de vehículos.
Un tren de carretera puede tener varias definiciones, la más común se refiere a vehículo de tipo camión rígido que arrastra un remolque, también por su construcción existen los especializados en el transporte de vehículos (hasta ocho turismos transportados) y por último aquellos diseñados para servir áreas remotas y desplazar cargas voluminosas de forma eficiente que podrían considerarse por sus características como vehículos especiales, es decir, sujetos a una autorización expedida por la Administración y donde se contempla tanto su puesta en circulación como su señalización, tal y como puede verse en el siguiente vídeo:
Los transportes especiales, gigantes del asfalto señalizados
El tren de carretera y el vehículo articulado o trailer (vehículo a motor acoplado a un semirremolque) son los únicos conjuntos de vehículos que define nuestro reglamento de vehículos y que vemos con frecuencia los días laborables por las carreteras principales de nuestro país. El transporte es una actividad fundamental dentro del desarrollo de la humanidad y para llevarse a cabo se requieren varios elementos, como son: el propio vehículo que permite el transporte de un lugar a otro, su conductor y una infraestructura en la cual se lleva físicamente la actividad compartida por el resto de conductores.
Algunas veces pienso que la mezcla que se produce en las carreteras puede ser una combinación peligrosa si no aceptamos los riesgos que supone circular por una vía compartida por vehículos de grandes dimensiones, turismos utilizados a título particular y vehículos de dos ruedas. He mencionado tres tipos de vehículos que son conducidos por tres tipos de conductores con distinta formación, independientemente si el desplazamiento está relacionado con la profesión, con el trabajo o simplemente por ocio. Un panorama que tiene en común el mismo espacio, la carretera.
Conductores profesionales entre conductores particulares
El problema es más de ordenación que otra cosa, es decir, un transporte profesional utilizará unas horas y unos itinerarios acorde a su desplazamiento; una maniobra de cesión de carril para facilitar la incorporación de un transporte de pasajeros está más que justificada; una separación lateral ante la presencia de vehículos de dos ruedas por ciudad además de convertirse en una obligación es una necesidad por entender que son mas vulnerables. Por tanto, traducido al mundo real en que vivimos es una exigencia impuesta por nosotros mismos y de si somos capaces o no, va a depender el conflicto, el éxito o simplemente una adaptación de nuestra posibilidad de desplazamiento al medio o espacio que disponemos y compartimos.
Por ejemplo, si vamos a unos grandes almacenes para hacer la compra de la semana y no sabemos donde está la sección de congelados puede que, sin querer, nos veamos en una calle de la sección de ropa, compartir un departamento con otros consumidores y puede incluso que tengamos queadaptarnos al espacio disponible hasta llegar a la calle principal. Precisamente esa calle principal tiene mayor volumen de carritos empujados por otros consumidores pero como sabemos que es la única calle que está señalizada pues la seguimos.
Si además, escogemos un itinerario que nos llevará antes a nuestro destino pero tenemos que pasar por la sección de juguetería seguramente iremos con más cuidado por la presencia de pequeños. Por tanto, compartir un mismo espacio, lleva consigo, comprometerse a cumplir unas normas de convivencia y esto mismo es lo que ocurre cada vez que nos desplazamos por nuestras calles y carreteras con nuestro vehículo.
El sector del transporte tiene su propia reglamentación
Unas calles y carreteras utilizadas por vehículos que muchas veces desconocemos como es el caso de los trenes de carreteras. Conjunto de vehículos movidos por conductores del sector del transporte, profesionales como la copa de un pino por tener que compartir un espacio, a veces, lleno de exigencias impuestas por el propio sistema y otras, por las condiciones ambientales. Cuestiones que implican mayor responsabilidad y un mayor compromiso con la seguridad vial pues ya no sólo están pendientes de la conducción del resto de usuarios sino también de los riesgos inherentes a su modalidad de transporte.
Por otro lado, no podemos confundir la velocidad con el tocino, es decir, la rentabilidad de una mayor carga utilizando los trenes de carretera puede que no sea compatible con algunos tipos de vías. O dicho de otra manera, no puede prevalecer el interés particular sobre el general. Me explico mejor, la circulación de un sólo vehículo no puede convertirse en un obstáculo para el resto de usuarios, existe la restricción para poder circular de determinados vehículos por peso o dimensiones.
También, elegir una ruta más corta puede reducir kilómetros pero puede conllevar más tiempo por las dificultades de la propia carretera, molestias al resto de conductores por las posibles retenciones y una mayor concentración de emisión de gases. Y otra cuestión, no menos importante, el uso de una vía no adecuada al transporte puede implicar un deterioro y un gasto en mantenimiento y conservación que afecta a la seguridad vial y al bolsillo del contribuyente por tratarse de una red vial pública.
Precisamente, la puesta en circulación de los vehículos pesados (vehículos que superan los 3500 kgs) no se permite si superan la longitud máxima de 18,75 metros, salvo los portavehículos que pueden llegar hasta los 20,55 metros, así como la altura máxima de 4,50 metros. En cuanto a las masas máximas permitidas no pueden superar las 36 toneladas si tienen cuatro ejes, ni 40 toneladas si tienen cinco ejes. Por tanto, todo transporte que supere tales dimensiones y pesos se consideratransporte especial sujeto a su propia reglamentación.
Y por último, otra cuestión que no podemos pasar por alto, independientemente de las ventajas e inconvenientes de este tipo de transporte, a la hora de reducir riesgos tenemos que tener en cuenta la disminución de la visibilidad con el resto de usuarios y la dificultad en los adelantamientos, sobre todo, en carreteras de doble sentido.