Hay músicas que resultan idóneas para la conducción, porque nos animan ma non troppo y nos permiten estar de buen humor mientras vamos en coche, sin aburrirnos ni llevarnos tampoco a un estado de excitación incompatible con la conducción segura. Otras casi que es mejor no ponerlas, bien porque nos hacen sentir demasiado activos, bien porque nos sumen en el letargo.
Este último es el caso de ‘Weightless’ (“ingrávida”), un tema musical creado por un trío de Manchester llamado Marconi Union con la ayuda de terapeutas especializados en música. Se la conoce como la canción más relajante del mundo y sus propios creadores recomendaron durante su lanzamiento, de forma explícita, que no se escuche mientras se está al volante, algo que resulta digno de mención.
Entre las propiedades de ‘Weightless’, según sus autores, están la capacidad de ralentizar la respiración y reducir la actividad cerebral, de manera que usarla para el coche puede ser una verdadera temeridad que puede acabar derivando en un triste caso de somnolencia al volante. Aquí dejo el vídeo. Tras una siestecita, seguimos.
De hecho, la canción fue creada pensando en la relajación, y así se probó en un estudio realizado con 40 personas, demostrando ser más relajante que temas de artistas como Enya, Mozart o Coldplay. Un 65 % de quienes participaron en el estudio declararon que la canción rebajaba sus niveles de ansiedad, lo cual puede tomarse como una buena terapia para quien necesite tranquilidad a la hora de conducir, pero no mientras está en ello, desde luego.
La advertencia de los creadores de ‘Weightless’ sobre la incompatibilidad de esta canción con el mundo del volante pone sobre la mesa el poder de la música para condicionar nuestro estado de ánimo en el coche, y es de agradecer que alguien preste atención a este aspecto, aunque quizá esto no sea más que una parte de la promoción del tema musical, no lo se. Buscando otros extremos, hay músicas que, escuchadas a alto volumen, pueden resultar tan perturbadoras como la llamada de teléfono más inquietante o una discusión mantenida con los acompañantes mientras conducimos.
Si algunos de los principales factores de riesgo son la distracción, la fatiga y el sueño, parece razonable que se intenten atajar las fuentes del problema. En el caso de la música, hay ejemplos que inducen a tomar mayores riesgos, bien sea por el tempo, bien por la melodía o por causas que se me escapan pero que seguramente son visibles en un TAC en forma de actividad cerebral.
El caso es que lo de circular en compañía de ciertos estilos musicales, o a determinados niveles de decibelios, puede acabar redundando en un problema de seguridad vial. No hablemos ya entonces de músicas estudiadas específicamente para adormecer los sentidos. La canción más relajante del mundo, sonando en el interior de un habitáculo, es lo más parecido a una invitación a sufrir un siniestro vial por causa del sueño. Mejor no tentar la suerte, ¿verdad?
De todas formas, seguramente este de la música que llevamos puesta en el coche es una problemática difícil de abordar si no es apelando a la educación de los conductores, y por eso la pequeña iniciativa de Marconi Union me parece destacable. Porque no todo el mundo tiene claro cómo influye la música a la hora de conducir.